miércoles, 27 de febrero de 2019

Caminando con la depresión


Lectura bíblica: Salmo 42
Hace unas semanas atrás leí la triste noticia de una joven profesional que se suicidó. Tenía un buen trabajo, vivía en una ciudad muy conocida, podía viajar a donde quisiera, pero escribió una nota a su madre que decía: “Lo siento, no puedo más con esta desesperanza que no se va”. La muchacha parecía estar en depresión y no lo pudo manejar. Cuando leí esta noticia de inmediato pensé escribir sobre mi experiencia porque yo viví en depresión, pero el estigma que muchas veces tenemos sobre esta condición, puso un freno en mí.

Sin embargo, hace unos días, un amigo pastor puso en su muro de Facebook una exhortación a orar por los pastores. Puso el enlace de una noticia de una joven pastora que se suicidó a causa de la depresión que no pudo manejar. Luego encontré otras noticias de otros 3 pastores en EU que se habían suicidado. El pastor hacía consciente, que los pastores son humanos y que también necesitan una mano en el hombro y palabras de aliento. Esta experiencia definitivamente me convenció de contar mi historia.

Yo viví por más de 10 años con depresión. Inmediatamente luego de dar a luz a mi primer bebé, vino un sentimiento de inadecuacidad increíble. Era maestra de educación especial, pastora de jóvenes, escribía lecciones bíblicas para un comité de mi denominación y era estudiante de maestría. Era nueva como madre y como esposa. Ese sentimiento de incompetencia ante tantas responsabilidades, y los problemas económicos, hicieron que me alejara de la gente poco a poco. A veces me dejaba ver, cumplía con mis tareas, pero me escondía. El sentimiento de estar en un pozo, era cada vez mayor. Por muchos años peleé conmigo y con Dios porque yo creía que orar y hacer las cosas correctamente, todo siempre saldría bien. Con esa idea y con el sentimiento de que a todos le iba bien excepto a mí, quedé enredada en la tela de araña de la amargura. (Escribí un poema sobre esta experiencia. Está en la reflexión de mi blog del 25 de julio de 2018, El problema de la amargura). Luego de años de luchas, aciertos y desaciertos, cada vez me di cuenta de que tenía muchas de las características de la depresión. El siguiente enlace, de Medline plus, te ofrece las características de la depresión: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/003213.htm. Con el diagnóstico de depresión moderada y ansiedad, busqué tratamiento sicológico y acepté la realidad de usar medicamento; aunque me sentía muy mal por ello. Porque ante los ojos de muchos religiosos; yo estaba mal, porque “se supone que los cristianos no vayan a psicólogos ni reciban tratamiento psiquiátrico”. Imagina como yo me sentía. También, sentía un peso adicional  porque fui pastora y líder cristiana.

Nada más lejos de la realidad, porque los cristianos, pastores y líderes somos humanos. Tenemos sueños e ideales que muchas veces se van al piso, aunque hayamos orado. Porque somos seres emocionales que nos da coraje, envidia, celos, tristeza, desánimo y demás sentimientos que te puedas imaginar. Porque somos de carne y hueso que nos enfermamos y cansamos. Esa era la explicación que mi amigo pastor trataba de expresar en Facebook. Es lo que yo experimenté en tantos años de lucha, tratando de salir de un pozo que era imposible hacerlo sola. En el libro de los Salmos, el salmista expresa sentimientos de depresión: Y dije: “¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría. Ciertamente huiría lejos; moraría en el desierto.” Salmos 55:6-7

La diferencia es que aquellos que creemos en Dios, recurrimos a él por auxilio; PERO, yo necesité tratamiento sicológico y farmacológico. Los pastores de quien está relacionada las noticias, no soportaron el empuje y claudicaron; porque eran humanos. Por eso, es tan importante no quedarse callado. No te tragues tu dolor y tu depresión, porque explotará dentro de ti.

cortesía: Elizabeth Acosta
No te quedes sola. Haz una llamada. Busca ayuda. Llama al 911. Recibe tratamiento. Ora. Canta. Medita. Lee la Biblia y libros de inspiración. Has ejercicios. Busca la esperanza. Habla y no te calles. Aunque te sientas invisible, no lo eres. Mira hacia arriba. Dios está contigo y te ama.

2 comentarios:

  1. Dtb. Gracias por compartir. Me llena de fe y esperanza. Añado tambien que el apoyo de los hijos, esposa(o) es bien importante. Ya que piensan que son changueria de uno.

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    1. Saludos. Gracias por escribir. Eso que usted dice es cierto. A veces las personas alrededor nuestro piensan que son exageraciones pero es una condición médica. Es bien importante buscar la ayuda de un profesional de la salud y de un consejero espiritual. Dios le bendiga mucho.

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