El año 2020 fue difícil para
tanta gente. Yo no tengo suficientes palabras para solidarizarme con aquellos
que perdieron familiares, sus trabajos o los esfuerzos de toda una vida. Lo que
sí puedo decir es que, la vida es diferente para todos. La rutina de todos
cambió. Nuestra forma de trabajar, la forma en que los niños estudian, la forma
de comprar e ir a los lugares; todo cambió.
La gente comenzó a ayudarse.
Vi noticias de cómo enviaban comida a los hospitales para los trabajadores.
Personas desde sus casa hicieron mascarillas y las donaban. Todos agradecían el
esfuerzo de los “trabajadores esenciales”. Hasta google dedicó durante varios
días su página a ellos, incluyendo a los maestros.
Los maestros de mi escuela
hicimos un video dedicado a los estudiantes. Muchísimas escuelas lo hicieron.
Muchos grupos, incluyendo las iglesias, hicieron un esfuerzo por conectar la
gente. Comencé a recibir talleres por internet que trataban diversos temas
para apoyar a los maestros y a los estudiantes.
En uno de los talleres, una de las reflexiones fue la siguiente foto. La
encontré tan práctica que hice un screenshoot y la pegué en una página
de word, como el taller fue cercano al 19 de abril, lo recibí como un regalo de
cumpleaños.
Balance, empatía, disposición para aprender, "solamente hazlo", simplicidad y encontrar alegría; palabras que parecen muy sencillas, pero son poderosas cuando se ponen en práctica en la vida diaria.
Cuando abrí la computadora el día de mi cumpleaños; tuve que hacer un screenshoot otra vez. Fue una perfecta analogía de esta pandemia. El cielo nublado, un camino y al final un faro. El cielo nublado son las situaciones difíciles que ocurren a nuestro alrededor, el camino es la vida que vivimos y el faro es Dios; que alumbra e ilumina nuestro camino a puerto seguro.
En momento difíciles Jesús nos recuerda: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” Juan 8:12 VRV
Me di cuenta que yo estaba usando mucho más la computadora. Con frecuencia aparecía una hermosa foto de Microsoft. Yo siempre uso mis propias fotos para mis reflexiones, pero muchos de los screensavers de Microsoft, comenzaron a hablarme acerca de una realidad de Dios o de mi vida. Así que continué haciendo screenshoots tipo journal. Aquí comparto algunas de esas fotos y mis reflexiones.11 de junio - Me impacta esta foto. Fue el screensaver el día de nuestro aniversario de bodas. Me dice sobre un nuevo día que comienza para nosotros y la promesa de Dios: “Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo.” Jeremías 29:11 VDHH
17 de julio de 2020 - Esta fotografía me hizo pensar cuando nos mudamos de PR a New York en el 2017 - ¿Como nos cambió la vida vivir en NYC? ¿Qué significó para nuestro matrimonio? ¿Qué significó para nuestro desarrollo personal?
Pensemos en que lugares hemos estado. ¿Qué aprendiste? ¿Qué
aprendieron otros de ti? Cada experiencia es una de aprendizaje y una
oportunidad de crecer.
Viene a mi mente Isaías 46:4 - Aun hasta vuestra vejez, yo seré el mismo, y hasta vuestros años avanzados, yo os sostendré. Yo lo he hecho, y yo os cargaré; yo os sostendré, y yo os libraré. Versión BLA
25 de agosto de 2020 – estaba ansiosa porque era el comienzo de clases de forma digital. Nuevos apps, nueva experiencia enseñando live, nuevos retos… Cuando vi este screensaver vino a mi mente: “Estad quietos y conoced que Yo soy Dios… Jehová de los ejércitos está con nosotros, nuestro refugio es el Dios de Jacob.” Salmo 46:10 y 13 VRV
30 de septiembre - Yo seguía con preguntas en mi cabeza, sentía ansiedad… y al ver esta foto fue como un “¡clap!” frente a mí: ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.” Isaías 40:28
Al ver las estrellas, me hace
recordar que hay un Dios organiza de forma constante las estrellas. De esa misma
manera organiza nuestra vida. (Ver reflexión del 17 de julio de 2018 – La
consistencia de las estrellas)
8 de noviembre – Al ver esta foto vino la pregunta: ¿Qué nos espera el nuevo año? La profundidad de la foto me hizo pensar: No lo sé pero Dios nos acompaña y nos invita a mirar la belleza del paisaje y cuán lejos podemos llegar.
10 de noviembre – Es imposible ver esta imagen y no pensar en las palabras de Jesús: El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Juan 7:38. VRV
El día anterior había escuchado
una reflexión de Joyce Meyer que giraba en torno a esta verdad: conoceremos
la verdad, y la verdad nos hará libres. Y esa libertad fluirá como cascadas.
7 de diciembre – ¡Qué mucho contrasta esta imagen con la anterior!
Hoy me siento en el desierto,
es una ilustración como mandada a pedir…
No olvidar la promesa de
Dios: “En las alturas abriré ríos, y fuentes
en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales
de aguas en la tierra seca.” Isaías
41:18
17 de diciembre – día de la tormenta de nieve, gran contraste con el desierto.
El meteorólogo dijo que la
tormenta era muy fuerte; se llevaría las hojas que quedaban en los árboles y
explicó que esto era bueno. Me hizo recordar la última reflexión que escribí: Los
colores del otoño. ¿Por qué es bueno que las hojas caigan de los
árboles? Te invito a leer esa reflexión.
22 de diciembre – Al principio me costó trabajo identificar ese lugar pero ese techo y los arcos son inconfundibles si observas los detalles. Esto es en el Parque Central de New York.
Ahí estuve yo… pero parece un lugar diferente porque esta foto le dio una nueva perspectiva… ¿Cómo tener una nueva perspectiva aunque esté en el mismo lugar? Debo pensar en nuevas posibilidades, nuevos retos, nuevas bendiciones para el nuevo año. Así nos ayudé Dios.
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